¿Qué significa la cuestionable toma militar de la Guardia Nacional Mexicana?

El Senado de México aprobó el miércoles poner a la Guardia Nacional bajo mando militar, a pesar de las críticas generalizadas de grupos humanitarios y expertos que dicen que la reforma profundizará la militarización del país.

Fue la segunda reforma constitucional en dos semanas, otra victoria del presidente saliente Andrés Manuel López Obrador apenas unos días antes de su salida. El 11 de septiembre, una mayoría progubernamental en el Congreso aprobó una controvertida reforma judicial que él propuso para elegir jueces por voto popular, lo que generó preocupaciones de que el poder judicial se politizaría.

Después de una noche de debate, el partido gobernante Morena y sus aliados derrotaron a una oposición impulsada por las preocupaciones de organizaciones de derechos humanos y expertos de las Naciones Unidas. Negaron que el cambio militarizaría el país y dijeron en cambio que el ejército ayudaría a la Guardia Nacional a convertirse en una fuerza de seguridad más eficaz.

¿Por qué es esto importante?

Cuando López Obrador asumió el cargo en diciembre de 2018, había esperanzas alentadas por sus comentarios de que enviaría a los militares de regreso a los cuarteles después de años de conflicto con poderosos cárteles de la droga. Ahora que ha terminado su mandato de seis años, los militares no sólo permanecerán en las calles, sino que también estarán al mando de la Guardia Nacional, compuesta por casi 130.000 efectivos.

La Guardia Nacional, establecida en 2019, fue vendida a los mexicanos como una fuerza de seguridad civil bajo el control de la Secretaría de Seguridad federal. Las sospechas surgieron inmediatamente porque muchos de sus miembros procedían originalmente del Ejército y la Marina, y su estructura de mando estaba formada en su mayoría por militares recientemente retirados.

El presidente intentó anteriormente poner a la Guardia Nacional bajo mando militar, pero la Corte Suprema lo declaró inconstitucional el año pasado.

¿Por qué el presidente confía tanto en los militares?

Al igual que sus predecesores, López Obrador ha necesitado que los militares respondan a una sorprendente cantidad de violencia. La policía está superada en armas y está infiltrada por los cárteles de la droga.

Ante una situación difícil, el presidente, al inicio de su sexenio en 2024, propuso la creación de la Guardia Nacional como fuerza civil que permitiría a los militares salir de las calles.

En cambio, puso a la Guardia Nacional bajo mando militar y amplió la base legal para mantener a los soldados en las calles.

López Obrador dice que el ejército, a diferencia de la policía federal que disolvió, es digno de confianza y no corrupto, calificándolo de “profundamente corrupto” y acusándolo de incorregible.

Además de la seguridad pública, López Obrador ha otorgado a las fuerzas armadas responsabilidades sin precedentes, incluida la construcción de aeropuertos, puertos, aduanas, una aerolínea y un tren turístico en la Península de Yucatán.

¿Qué riesgos trae este cambio?

“Es una regresión y una explosión en términos de seguridad y derechos humanos”, dijo la politóloga mexicana Ana Vanessa Cárdenas, investigadora del Observatorio de Relaciones Internacionales de la Universidad Finis Terrae de Chile.

Mientras los policías están capacitados para ser garantes de los derechos, los militares están capacitados para luchar contra enemigos externos que no tienen los mismos derechos que los ciudadanos, explicó.

“Creo que este cambio, combinado con lo que hemos visto en términos de reforma judicial, deja a los ciudadanos completamente vulnerables”, dijo Cárdenas.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo en un comunicado el martes antes de la votación que a sus expertos les preocupaba que los cambios pudieran conducir a un aumento de las desapariciones y la impunidad. El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez de México advirtió que este sería un paso “irreversible” hacia la militarización.

El senador Luis Donaldo Colosio, del opositor partido Acción Cívica, dijo que darle control militar a la Guardia Nacional en lugar de convertirla en una verdadera policía civil normalizó la idea de que México debe estar bajo control militar para lograr la paz.

¿Esta medida aumentará la eficacia de la Guardia Nacional?

Hay opiniones encontradas sobre el impacto de la reforma en la Guardia Nacional. Por un lado, el gobierno y los congresistas oficialistas creen que la iniciativa ayudará a mejorar y fortalecer la supervisión de la agencia, ya que cuenta con el respaldo de una institución poderosa como el ejército.

Para el analista de seguridad David Saucedo, este cambio sólo supone “formalizar lo que existe de facto”, pero no permite que el organismo sea más competente en las tareas de seguridad.

Saucedo dijo que la Guardia Nacional no ha sido efectiva en reducir el nivel de violencia porque su forma de operar “no es más que presencia disuasoria, patrullajes y cuarteles”. No investiga, no tiene inteligencia y ni siquiera confronta directamente a las células criminales, aseguró.

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