Desde galletas saladas y waffles de Boar’s Heard hasta hamburguesas Quarter Pounder de McDonald’s, los brotes de enfermedades de este año (algunos de ellos fatales) y los retiros de alimentos hacen que los estadounidenses se pregunten si pueden surgir nuevas amenazas al suministro de alimentos.
Pero algunos expertos dicen que todo sigue igual cuando se trata de la compleja tarea de garantizar la seguridad alimentaria.
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), Estados Unidos se encuentra entre los 113 primeros países en el Índice Global de Seguridad Alimentaria, que mide la disponibilidad y calidad de los alimentos.
“El suministro de alimentos de Estados Unidos sigue siendo uno de los más seguros del mundo”, dijeron funcionarios de la FDA.
Theresa Murray, jefa de vigilancia del consumidor del grupo de defensa del consumidor PIRG, dijo que “el número de retiradas de productos de alto perfil que afectan a mucha gente” podría ser alarmante.
“Estos son productos que la gente consume regularmente”, dijo.
En promedio, las dos agencias federales que supervisan el suministro de alimentos en Estados Unidos (la FDA y el Departamento de Agricultura) emiten más de 300 retiradas de alimentos y advertencias cada año. La FDA regula alrededor del 80 por ciento de los productos alimenticios, incluidos los productos lácteos, frutas y verduras, mientras que el Departamento de Agricultura regula los productos cárnicos y avícolas, entre otros.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informan sobre 800 enfermedades transmitidas por alimentos cada año en las que dos o más personas enferman por el mismo alimento o bebida. La agencia explicó que la mayoría de los casi 48 millones de casos de intoxicación alimentaria cada año no están relacionados con brotes confirmados.
La tasa de retiradas de alimentos y advertencias parece estar aumentando este año; A mediados de octubre se habían notificado 300 casos. Pero los retiros difieren de los brotes de enfermedades, que se identifican cada vez más gracias a sofisticadas técnicas de secuenciación genética, dijo Donald Schaffner, científico alimentario de la Universidad de Rutgers.
“No creo que el suministro de alimentos esté empeorando”, afirmó Schaffner. “Creo que estamos estancados. “No estamos mejorando”.
Los datos federales muestran que Estados Unidos ha avanzado poco en la reducción de las tasas de enfermedades transmitidas por los alimentos como se pide en Healthy People 2030, una iniciativa para mejorar la salud y el bienestar públicos.