WASHINGTON— El juez que supervisa el caso de interferencia electoral de Donald Trump en 2020 desestimó el viernes todas las fechas de audiencia restantes, mientras los fiscales evaluaban el “curso apropiado” de la victoria presidencial republicana.
El fiscal especial Jack Smith acusó el año pasado a Trump de intentar anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 y de recopilar ilegalmente documentos clasificados en su finca de Mar-a-Lago en Florida. Pero el equipo de Smith está evaluando cómo cerrar los dos casos federales antes de que el presidente electo asuma el cargo debido a la política de larga data del Departamento de Justicia de que los presidentes en ejercicio no pueden ser procesados, dijo a The Associated Press una persona familiarizada con el asunto.
La victoria de Trump sobre la vicepresidenta Kamala Harris significa que el Departamento de Justicia cree que ella ya no enfrentará cargos penales, según las conclusiones legales del departamento, que tienen como objetivo proteger a los presidentes de cargos penales mientras estén en el cargo.
Trump dijo que despediría a Smith “dentro de dos segundos” de asumir el cargo.
El equipo de Smith, que presentó una demanda el viernes en el caso de las elecciones de 2020, pidió que se desestimara la próxima audiencia judicial, diciendo que “necesita tiempo para evaluar esta situación sin precedentes y determinar el curso de acción apropiado de acuerdo con la política del Departamento de Justicia”.
La jueza de distrito estadounidense Tanya Chutkan accedió rápidamente a la solicitud y ordenó a los fiscales que presentaran documentos judiciales sobre la “dirección propuesta en este caso” antes del 2 de diciembre.
Trump debía ser juzgado en Washington en marzo, donde más de 1.000 de sus partidarios han sido acusados por su papel en los disturbios en el Capitolio. Pero su caso quedó estancado mientras Trump proseguía con sus amplios reclamos de inmunidad, que finalmente llegaron a la Corte Suprema de Estados Unidos.
En julio, la Corte Suprema dictaminó que los ex presidentes disfrutan de amplia inmunidad procesal y devolvió el caso a Chutka para determinar cuáles de los cargos de la acusación pueden seguir adelante.
El caso de documentos clasificados ha estado estancado desde julio, cuando la jueza designada por Trump, Eileen Cannon, desestimó a Smith alegando que se trataba de un nombramiento ilegal. Smith apeló ante el Tribunal de Apelaciones del 11º Circuito de Estados Unidos en Atlanta, donde la moción para reactivar el caso está pendiente.
Incluso si Smith quisiera retirar el expediente contra Trump, podría seguir impugnando la decisión de Cannon sobre la legalidad de su nombramiento, dado el precedente que sienta tal decisión.
Richer escribe para Associated Press.