República Dominicana deportará a casi 11.000 haitianos en una semana

La República Dominicana ha deportado a casi 11.000 haitianos la semana pasada mientras el país vecino lucha por combatir la afluencia, acosado por la pobreza y la violencia de las pandillas.

La semana pasada, el gobierno dominicano anunció que deportaría a 10.000 haitianos por semana debido a un “exceso” de inmigrantes. El anuncio llevó a funcionarios haitianos a solicitar una reunión de emergencia de la Organización de Estados Americanos (OEA), prevista para el martes por la tarde.

“La deportación forzosa y masiva de haitianos de la República Dominicana es una violación de los principios básicos de la dignidad humana”, escribió el martes el primer ministro haitiano, Harry Conil, en la antigua cuenta de Twitter.

A su vez, los activistas dicen que las deportaciones ponen en riesgo miles de vidas mientras Haití lucha por poner fin a la violencia rampante de las pandillas y escapar de la pobreza.

La misión encabezada por la policía keniana respaldada por la ONU, que comenzó a principios de este año, sufre de falta de fondos y personal.

El ministro de Asuntos Exteriores de Haití, Dominique Dupuy, condenó lo que calificó de “acciones deshumanizantes”.

“Las escenas brutales de redadas y deportaciones que estamos presenciando son un ataque a la dignidad humana”, escribió a X. el día anterior.

Las deportaciones masivas también han provocado un aumento del número de niños abandonados en República Dominicana, advirtió el activista William Charpentier, coordinador de la Mesa de Migración.

“Se llevan a sus padres o a uno de sus padres e incluso dejan a los niños que están en la escuela”, dijo a The Associated Press.

Charpentier calificó las deportaciones masivas como “una especie de persecución contra los negros, contra cualquiera que consideren haitiano”, y dijo que incluso personas con documentos legales estaban siendo arrestadas y deportadas.

También han aumentado las denuncias relacionadas con extorsión.

Ocicle Batista, un inmigrante haitiano de 45 años que vende aguacates en Santo Domingo, acusó a los militares de exigir entre 230 y 330 dólares a los migrantes “aunque tengan papeles” para evitar la deportación.

“Uno viene a trabajar”, dijo a la AP la mujer, que lleva más de 20 años en República Dominicana.

Luis Rafael Lee Ballester, director dominicano de inmigración, dijo que se respetaban los derechos humanos y se usaba la fuerza proporcionalmente en las prácticas de detención de inmigrantes, y agregó que no había una “identificación confiable” de quienes tenían documentos y fueron detenidos. justificó su presencia en el país.

Entre el 1 y el 7 de octubre, 7.591 personas fueron deportadas y 3.323 fueron repatriadas, todas ellas haitianas, según el gobierno.

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