Los 8 mejores colchones hipoalergénicos

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Cuando probamos colchones, contamos con un proceso establecido que evalúa factores clave como la firmeza, la sensación y el rendimiento. Identificar los mejores colchones hipoalergénicos implica comprobar que todos los materiales sean hipoalergénicos. A continuación, profundizaremos en la construcción del colchón y veremos cómo cada capa puede contribuir a sus cualidades hipoalergénicas.

Persistencia: Nos acostamos en cada cama y simulamos dormir en todas las posiciones: boca abajo, boca arriba, de costado y combinada. Utilizando nuestra experiencia de probar casi 300 colchones diferentes, observamos su construcción y analizamos qué tan suave o firme es un colchón en comparación con otros.

Sentimiento: Aquí nos ocupamos de las camas. Tocamos y sentimos los colchones y observamos lo que hace el material. ¿Es ligero y elástico como la espuma de látex o lento y denso como la espuma viscoelástica?

Resistencia: No podemos dormir en todos los colchones durante años, por lo que es difícil decir exactamente cuánto durará cada colchón. Podemos imaginar la resistencia de la cama en función de su construcción. Los colchones con espirales de acero son generalmente más duraderos y resistentes que los colchones de espuma.

tipo de cuerpo: Utilizamos la construcción y el tacto para determinar qué tan bien se adapta un colchón a todos los tipos de cuerpo, incluidos individuos o parejas más pesados ​​o livianos. Los colchones híbridos con bobinas de acero generalmente brindan más apoyo y duran más que los colchones de espuma completa para aquellos que son más pesados.

Posición para dormir: Obtenemos colchones físicos reales y rotamos, probando cada posición para dormir: de lado, boca arriba, boca abajo y combinada.

Aislamiento de movimiento: Cuando hay una o preferiblemente dos personas en la cama, saltamos alrededor de la cama para ver cuánto movimiento se puede detectar. También ponemos un cuenco con agua en el borde de la cama y saltamos para ver cuánto se mueve.

Apoyo extranjero: Analizamos los materiales del colchón y nos tumbamos físicamente en cada borde del mismo para sentir lo firme que nos hace sentir.

Temperatura: Usamos camas calientes para probar y determinar qué tan fresca es una cama para dormir. También echamos un vistazo a sus materiales y construcción. ¿Ha añadido la marca alguna tecnología especial para que dormir sea más fresco?

Lea más sobre cómo probamos los colchones.



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