Nueva York – Sean “Diddy” Combs fue acusado el lunes de dos cargos de drogar y agredir sexualmente a un niño de 10 años en una habitación de hotel de Nueva York en 2005.
Una segunda demanda alega que el magnate del hip-hop agredió de manera similar a un chico de 17 años en 2008 que intentaba aparecer en el reality show Making the Band.
Las demandas, presentadas ante la Corte Suprema de Nueva York, son las últimas de una ola de demandas en los últimos 20 años que alegan que Combs los agredió sexualmente en fiestas y reuniones.
Los abogados de Combs negaron las nuevas acusaciones y acusaron al abogado Anthony Buzby, quien también representó a otros denunciantes en juicios anteriores, de buscar publicidad.
“El señor Combs y su equipo legal tienen plena confianza en los hechos y la integridad del juicio”, decía el comunicado enviado por correo electrónico. “La verdad prevalecerá en el tribunal: el señor Combs nunca agredió sexualmente ni traficaba con nadie, hombre o mujer, adulto o menor”.
Combs, de 54 años, está detenido en una cárcel de la ciudad de Nueva York después de declararse inocente de los cargos federales de sexo incluidos en una acusación no sellada un día después de su arresto el 16 de septiembre. Las acusaciones incluyen acusaciones de que coaccionó y abusó de mujeres mediante actos de chantaje y violencia, silenciando a sus víctimas.
El niño de 10 años, que no fue identificado en la demanda, es un actor y rapero que viajó con sus padres desde California para reunirse con ejecutivos de la industria musical. Según la demanda, durante lo que se suponía era una audición para Combs, el socio del empresario le dio un refresco con drogas y el fundador de Bad Boy Records luego la agredió sexualmente.
Finalmente el niño perdió el conocimiento. Después de que ella se despertó, Combs amenazó con herir gravemente a los padres del niño si le contaban a alguien lo sucedido, alega la demanda.
La joven de 17 años, cuyo nombre no ha sido revelado en el segundo juicio, dijo que Combs lo obligó a tener relaciones sexuales con ella y un guardaespaldas durante una audición de tres días para el programa de televisión “Making the Band”, que él produjo.
Cuando la concursante planteó sus objeciones, fue expulsada de la competencia y se le prohibió regresar a la industria de la música durante siete años, según la denuncia.
Ambas demandas se presentaron bajo la Ley de Protección a Víctimas de Violencia de Género de la ciudad de Nueva York, que permite a las víctimas presentar quejas después de que haya expirado el plazo de prescripción.